lunes, 16 de enero de 2012

LARGA VIDA A ALICE FEIRING

Robert Parker se negó a reconocer que la gente estuviera haciendo vino para él


(Entrevista publicada originalmente en
 Homo Gastronomicus,http://homogastronomicus.wordpress.com/)



Alice Feiring (Nueva York) ha estado en contacto con el vino desde su más tierna infancia y seguramente esta sea la razón del amor que le profesa. Un amor que la llevó a publicar el libro La batalla por el vino y el amor. O cómo salvé al mundo de la parkerización. Topiquean las crónicas que hablan de ella, al decir que es una mujer frágil y menuda, pues se dejan engañar por su aspecto, pero si se lee el libro, uno se da cuenta rápidamente que de frágil nada y que más bien Alice Feiring es una mujer que un buen día pensó que eso que tanto amaba estaba en peligro y decidió luchar por recuperarlo, aunque eso significara oponerse a un hombre todopoderoso como Robert M. Parker Jr. En definitiva, algo que las mujeres llevan haciendo durante siglos. Ha tenido la bondad infinita de conceder esta entrevista a Homo Gastronomicus, como en su día la tuvo Josep Roca, por email, y en la que se pone de manifiesto su pasión y sus inobjetables conocimientos sobre el mundo del vino.
Josep Roca dijo en la entrevista recientemente publicada en Homo Gastronomicus que la globalización del gusto en la elaboración del vino no es responsabilidad de Robert Parker, sino de la industria del vino y su búsqueda de un vino que plazca al señor Parker. Bajo este punto de vista, su único pecado sería tener ese gusto por un tipo de vino en concreto y el auténtico pecador sería la industria, por seguirlo ciegamente sólo por razones de beneficio económico.
Bien, es algo más complicado que todo esto. Parker negó durante años que tuviera ningún gusto específico que pudiera ser seguido. También se negó a reconocer que la gente estaba haciendo vino sólo para él. Hubiera sido mucho más responsable por su parte haber reconocido la realidad, haberla denunciado y quizás incluso haber dejado de lado las puntuaciones. Una vez reconocido esto, había distintos pasos a seguir, pero nunca lo reconoció y de hecho dijo que eso no era así. Lo que hizo, sin embargo, fue emplear a otras personas para que hicieran críticas. Estas personas como David y Antonio tienen paladares muy distintos al de Parker, con lo que de algún modo, ha sido mucho más difícil para los elaboradores adivinar cuál sería la crítica.
Usted personalmente da mucha importancia al proceso de elaboración del vino, desde el cultivo en la vides hasta el trabajo en la bodega, y sólo considera vinos reales aquellos llamados biodinámicos o naturales. ¿Tiene el resultado final alguna importancia para usted? Quiero decir si, al final, lo que realmente importa no es que un vino sea realmente bueno. ¿No es posible tener un vino realmente bueno que no esté hecho de forma orgánica o biodinámica?
Por supuesto que el resultado final es esencial. ¡El sabor es la razón por la que bebo! Me gustan los vinos hechos de forma natural o con la mínima intervención posible, porque saben mejor y de forma más viva. Todavía no ha habido un vino hecho de forma convencional que me haya gustado y mucho menos que haya sido feliz de beber. Ese vino que se elabora con levaduras, enzimas, taninos, ácido, bacterias y con un control excesivo de la temperatura, así como con micro oxigenación y ósmosis inversa. Bien, pues estas son las razones por las que me he convertido en una devota del vino hecho con la mínima intervención.
Es bien conocido su aprecio por los vinos de la bodega López de Heredia. Yo también pienso que el Viña Tondonia del 2001 es un gran vino, y cuando lo consigues por 18 euros, eso es lo que pagué yo por él hace un mes, es una auténtica ganga. ¿Pero nos podría decir otras bodegas españolas que le gusten y por qué y qué le gusta de ellas?
Aún adoro los vinos de López de Heredia. Pero beber vinos españoles ha mejorado mucho desde los tiempos en qué escribí el libro. Cada vez bebo más vinos españoles. Los vinos que me gustan mucho son de Vinos Ambiz, Bodega Marañones, Mendall de Laureano Serres Monteagut, Bodegas Monje, Bodegas Carballo, Tendal, Hermanos Peciña, Benito Santos, Bermejos, Monasterio de Corias, Mengoba, Pedralonga y Gregory Pérez (Luna Beberide). De hecho, la próxima semana viajo a las Canarias para escribir sobre sus vinos.
Hace treinta años, cuando acompañaba a mi padre a la bodega a comprar vino, si querías un vino de calidad las opciones eran Rioja o Rioja. Se hacía vino en todas partes, pues la vid ha sido un cultivo tradicional en España, pero nada que no fuera Rioja se tomaba en consideración. Actualmente, los consumidores españoles y los de todo el mundo tienen una gran variedad de buenos vinos para elegir, de todas las regiones del país y de un gran número de bodegas. ¿Cree que es una variedad real, o que es el mismo vino hecho en una variedad de lugares distintos?
Si se fija en los vinos que sugería antes, verá que vienen de toda España; hay una gran variedad de uvas, estilos y terroirs. Lo que pasa es que son difíciles de encontrar. Tengo la sensación de que debe ser más fácil encontrarlos en los Estados Unidos que en España. Tengo muchas ganas de estar en España de nuevo para ver si encuentro los vinos en las listas o en las tiendas. Ya se lo diré.
De regreso al universo Parker. Estos últimos días ha habido mucha controversia en España por una puntuación inusualmente alta dada a un vino de Galicia que se vendía en los supermercados, y por las sospechas de que Jay Miller hubiera aceptado, supuestamente, dinero de algunos elaboradores por catar y puntuar bien sus vinos. ¿Está usted al corriente de esto y cuál es su opinión al respecto?
No estoy segura de cómo una marca propiedad de Gallo, un producto muy industrial, pudo conseguir una puntuación tan alta. El propio Parker nunca daría a un vino blanco que no considerase de cierta dignidad una puntuación por encima de los 87 puntos (tal y como me contó en el libro). Yo creo que el Albariño es digno, pero ese vino no.
Por supuesto que estoy al corriente del Panchogate. Estoy convencida de que Jay no se metió el dinero en el bolsillo de una cuota administrativa, pero ciertamente parece como si Pancho estuviera haciendo un doble juego, puesto que también estaba en la nómina de Parker. Toda mi opinión se basa en las informaciones publicadas sin suficiente información próxima a los acusados, pero debo decir que parece bastante desafortunado. Especialmente, me siento muy triste por la desesperación de la gente por las puntuaciones. Es patético.
Después de leer su libro, La batalla por el vino y el amor. O cómo salvé al mundo de la parkerización, la escena dibujada alrededor del mundo del vino es tan catastrófica que a veces se parece bastante a una pesadilla nuclear. ¿Alguna luz para la esperanza?
El mundo del vino ha mejorado mucho en los cinco años desde que mi libro vio la luz. Hay más conciencia de los vinos auténticos versus los vinos confabulados. Hay más elección de estilos de vino. Hay una mayor conciencia en hacer vinos con menos alcohol y más frescos y con un sentido del lugar de procedencia. No es todo fabuloso, claro, pero definitivamente hay más vinos auténticos en todas partes que cuando empecé a escribir el libro en el 2006.
Si hay esperanza, ¿de qué lado está? En el de los consumidores, en el de los productores en el de los críticos…
La esperanza la impulsan los que beben vino, lo que hace este sea un momento muy excitante para el mundo del vino. Cada vez más gente quiere saber lo que hay en el vino que bebe . Quiere beber vinos con pocos aditivos y manipulaciones. Es bastante interesante que vinos que se venden muchísimo en el mundo de los vinos naturales no lo hacen a través de listas y puntuaciones, sino por el boca a boca y por artículos en blogs. Es un momento muy excitante y el mundo del vino continuará convirtiéndose en más auténtico y más variado y no dominado por un gusto y una opinión sobre lo que hace grande a un vino.
Su último libro, Naked Wine, todavía no ha sido publicado en España. ¿Podría contarnos cuáles son los temas principales que aborda en él y cuáles son las diferencias más importantes respecto La batalla por el vino y el amor. O cómo salvé al mundo de la parkerización?
El primer libro trataba sobre la dominación de un único paladar en el mundo del vino. A cerca de como un buen día me di cuenta de que los vinos que tanto me gustaban estaban desapareciendo por esa causa. Así que emprendí un viaje para saber cómo era eso posible y quién estaba detrás. Fue mi búsqueda del vino auténtico. Naked Wine es el siguiente paso. Habla del movimiento de los vinos naturales, sobre como el retorno a hacer vino de viticultura orgánica, sin añadir o quitar nada, ha regresado a la botella. En otro viaje personal, cuento esa historia y visito algunas de las personas con más pasión y más talento del mundo del vino natural, catando sus vinos y tratando de imaginar qué lleva a esta gente a elaborar estos vinos “outsider”, que otros consideran un riesgo tan grande. También hay un capítulo dedicado a la resurrección de España y el naciente mundo del vino natural. Realmente espero que lo traduzcan, porque creo que es importante para España oír como la búsqueda en esos países de los vinos naturales encaja en el panorama general.